Hace tiempo había leído un artículo
sobre el CO2 y la fotosíntesis (La paradoja del CO2 de J.C. Mirre Gavalda en el
nº 23 de la revista Redes) que resumo en los siguientes puntos.
El CO2 ha aumentado en la atmósfera en los últimos 50 años de 310 ppm a 390 ppm (0,04%). Como es imprescindible para las plantas y estas son la clave de la vida sobre el planeta dependemos de ese 0,04%.
Las plantas, las algas y algunas bacterias sintetizan sus propios alimentos a partir de dicho CO2, del aire, del agua y de la luz solar (fotosíntesis) y transfieren los nutrientes a animales y humanos.
Las plantas obtienen el agua de la humedad del aire y del suelo (agua y sales). El CO2, tan importante para la vida humana como la luz solar, el agua y el O2, que necesitan para la fotosíntesis solo lo pueden absorber de la atmósfera. Sinó hay CO2 no se podrían sintetizar por ejemplo azúcares, grasas, proteínas, vitaminas, etc. La supervivencia de las plantas y por tanto la vida sobre el planeta depende del CO2.
Si el CO2 pasara del 0,04 al 0,02% se extinguirían decenas de especies vegetales porque no podrían supervivir en contenidos bajos de CO2. Hace 35 millones de años de un 4 al 40% de CO2, en el Cámbrico un 0,7%, hace 60 millones de años, en el límite del Terciario y el Cretácico (cuando se extinguieron los dinosaurios) 0,1%. La cantidad ha ido disminuyendo a gran velocidad consecuencia del envejecimiento de la tierra, debiendo de adaptarse las plantas a las nuevas condiciones de asfixia carbónica, hace unos 10 millones de años.
Las estomas ó poros por donde la planta absorbe el CO2 ha variado conforme disminuye el porcentaje en gas de la atmósfera. Se ha pasado de 5 por mm2 a las actuales de 100 por mm2 en la actualidad. Hace 10 millones de años aparecieron las plantas C4 (20% de las plantas actuales) que pueden vivir en atmósferas con menos CO2. Son las herbáceas necesarias para la supervivencia del hombre: cereales, caña de azúcar, patatas y hortalizas.
El CO2 ha aumentado en la atmósfera en los últimos 50 años de 310 ppm a 390 ppm (0,04%). Como es imprescindible para las plantas y estas son la clave de la vida sobre el planeta dependemos de ese 0,04%.
Las plantas, las algas y algunas bacterias sintetizan sus propios alimentos a partir de dicho CO2, del aire, del agua y de la luz solar (fotosíntesis) y transfieren los nutrientes a animales y humanos.
Las plantas obtienen el agua de la humedad del aire y del suelo (agua y sales). El CO2, tan importante para la vida humana como la luz solar, el agua y el O2, que necesitan para la fotosíntesis solo lo pueden absorber de la atmósfera. Sinó hay CO2 no se podrían sintetizar por ejemplo azúcares, grasas, proteínas, vitaminas, etc. La supervivencia de las plantas y por tanto la vida sobre el planeta depende del CO2.
Si el CO2 pasara del 0,04 al 0,02% se extinguirían decenas de especies vegetales porque no podrían supervivir en contenidos bajos de CO2. Hace 35 millones de años de un 4 al 40% de CO2, en el Cámbrico un 0,7%, hace 60 millones de años, en el límite del Terciario y el Cretácico (cuando se extinguieron los dinosaurios) 0,1%. La cantidad ha ido disminuyendo a gran velocidad consecuencia del envejecimiento de la tierra, debiendo de adaptarse las plantas a las nuevas condiciones de asfixia carbónica, hace unos 10 millones de años.
Las estomas ó poros por donde la planta absorbe el CO2 ha variado conforme disminuye el porcentaje en gas de la atmósfera. Se ha pasado de 5 por mm2 a las actuales de 100 por mm2 en la actualidad. Hace 10 millones de años aparecieron las plantas C4 (20% de las plantas actuales) que pueden vivir en atmósferas con menos CO2. Son las herbáceas necesarias para la supervivencia del hombre: cereales, caña de azúcar, patatas y hortalizas.
Saco el tema anterior porque hoy 24 de
Febrero de 2013 ha aparecido en el blog del profesor y climatólogo vasco Antón
Uriarte el post “Evotranspiración, nubes y CO2” (antonuriarte.blogspot.com.es),
donde hace referencia a investigaciones alemanas del Instituto Max Planck
recientemente publicadas, pero también a otras investigaciones sobre el tema de
la Universidad de Arizona del año 1991 que han salido en la revista Weather
(Royal Meteorological Society). Es interesante y recomendable el
análisis que hace el Profesor Antón Uriarte como también lo es su blog y los
libros que tiene publicados sobre la Historia del clima.
