Me alegro mucho
cuando los desarrollos tecnológicos e industriales bien hechos generan riqueza
y bienestar para las personas. Me cabrea enormemente que siempre sea para los
de siempre, es decir para los que se lo han montado bien. Clave: Noruega es un
país que curiosamente nunca tiene problemas de protestas medioambientales
(nunca me cansaré de decir lo de curiosamente), que está metida en todos los
temas de sostenibilidad organizando “cosas” y no es un estado miembro de la
Unión Europea.

Pues bien, en el
Mar de Norte al lado del Circulo Artico (“curiosamente” no pasa nada, si fuera
Estados Unidos se montaría la marimorena; debe de ser porque como todo lo
pintan de verde lo suyo es sostenible) ha comenzado la explotación de un nuevo y
enorme campo de gas y petróleo. La producción en el campo Skarv comenzó en
diciembre de 2012, 14 años después de que fue descubierto por primera vez. Skarv
se encuentra en el Mar de Noruega, aproximadamente 210 kilómetros al oeste de la
península. Las reservas son de 100 millones de barriles de petróleo, con más de
1,5 billones de pies cúbicos de gas y una duración de 25 años.
BP es uno de los
cuatro socios en el campo Skarv, junto con Statoil, E.ON y PGNiG, y es el
operador. Emplean una torre de perforación flotante con alta tecnología de
diseño y explotación con un oleoducto de exportación de gas de 80 kilómetros a
través del lecho marino que está conectado al sistema de transporte Gassled, lo
que permite la exportación a los mercados europeos. Si pinchais encontrareis un video muy interesante y didáctico.