El abrazo
del Presidente ruso Putin con el excanciller alemán Schröder levanta polémica
(el mandatario ruso le dio una fiesta al alemán con motivo de su 70 cumpleaños)
y escándalo. Recuerdo que el alemán es
el actual presidente de la filial de la enorme empresa rusa Grazprom, Nord
Stream AG, que explota el gaseoducto del Norte que abastece de gas ruso a
Alemania.
A mi no me
gustan esas relaciones y lo he criticado en mi blog en repetidas ocasiones.
Pero me gusta menos la fotografía del primer ministro ucraniano de un gobierno
golpista, con el Papa. Lógicamente nadie dice nada. Este hombre (lo escribo así
porque no hablo de cuestiones de fé) no se entera de la fiesta, o se entera
demasiado y se pasa de listo. También me gustan menos los abrazos del Sr Obama
con los líderes de las dictaduras de los países árabes del golfo, ó los de
Rajoy con el rey de Marruecos, etc, etc, etc, etc.
Así que menos
lobos caperucita que el tema es de sobra conocido y menos rasgarse las
vestiduras con unos casos si y con otros no.