En el blog cuya dirección os
adjunto aparece un post de Paul Homewood sobre la dependencia alemana del carbón,
el cual hace asimismo referencia a un artículo de David Shukman (Science editor)
sobre la realidad energética alemana: carbón en el presente y en el futuro. No
paran de poner en marcha y proyectar nuevas centrales térmicas.
Para los de la “greenchurch” se trata del lignito pardo, un carbón mucho más sucio que el español (más cenizas, más azufre, más humedad y menos poder calorífico). También el método de explotación produce unas afecciones ambientales mucho más importantes que nuestras explotaciones mineras (corregibles por supuesto) y están próximas a importantes y grandes ciudades.
Se me olvidaba, España como siempre de pena y asco.