Leo en el
periódico el País un artículo del que fue Presidente de Red Eléctrica Española,
Luis Atienza: “Urgente: afrontar el reto energético”. El resumen es: Europa debe transitar hacia un sistema
seguro, competitivo y muy bajo en carbono con sistemas armonizados de incentivos
a las renovables y una orientación inversora que busque el ahorro y la
eficiencia. Que descansado debió de quedar después de la ocurrencia y del esfuerzo.
Lo he leído
con detenimiento y no se puede decir menos en más. Todo bla, bla, bla. Algunas cosas:
-cuando se
habla de las interconexiones eléctricas de cuales, de las francesas que la
generan mediante 60 centrales nucleares que están aquí al lado mientras
nosotros tenemos una moratoria nuclear.
- el
artículo se genera al abrigo de las noticias de lo que está ocurriendo en
Ucrania (repito, golpe de estado generado por los que ahora gobiernan. Es un
hecho y si a alguien no le parece bien….). Pues bien, siguiendo con el
artículo, si el problema es el acojone con la seguridad energética porque se
sigue buscando la tranquilidad a costa de los demás países. Porqué se critica ahora
a Rusia y no antes.
-Porqué nos
parece bien la “gastuberíademocracia” de Argelia. Ah que allí se respetan los
derechos humanos. Y una leche.
-porque
estamos todo el día dando el coñazo con “no al fracking” y ahora se quiere
traer el gas de Estados Unidos que lo produce mediante dicha tecnología.
-cuando se habla
del CO2, que pasa con todas las centrales de carbón (lignito fundamentalmente)
de Alemania construidas y que están construyendo. Ah, que las centrales
alemanas en la combustión del carbón generan vapores de colonia chanel nº5 en
vez de CO2.
-cuando se
habla del coste de la energía que pasa que las cuantiosas primas a las
renovables, las piensa pagar el. Lo pagamos los españoles incluidos los que
están en el paro.
-etc para
que seguir. Si esas son las ideas de los políticos (de las del actual ministro de industria mejor
no hablar) que tenemos no debe de extrañar que con frecuencia diga: España como
siempre de pena y asco.
