viernes, 31 de mayo de 2013

Dicen (los que lo tienen) que el dinero no da la felicidad, ya, pero permite vivir”
Antecedentes
Hace unos meses había leído en la web de Roger Pielke Jr profesor de estudios ambientales en la Universidad de Colorado (thebreakthrough.org/voices/roger-pielke-jr) el artículo “How Much Energy Does the World Need?. Clarifying the 21st Century Energy and Climate Challenge” en el cual trataba de la relación entre el acceso a la energía eléctrica en los países y las diversas proyecciones en la evolución del PIB per cápita. Es decir las relaciones entre disponer de una energía eléctrica fiable y el bienestar de las personas. Es un artículo interesante. Dicho profesor también ha investigado la relación del PIB per cápita y algunos índices relacionados con el progreso social y la esperanza de vida. Dichas relaciones fueron también ámpliamente estudiadas por International Institute for Apllied Systems Analysis. En mi blog ya lo he explicado en dos post.
Actualidad
Leo en el MailOnline del 28 de Mayo un artículo: “Feeling down? Try a move Down Under: Australia tops happiness league” que habla de los países donde la gentes es más feliz. El 30  de Mayo en The Telegraph aparece otro artículo “Ten most competitive countries in the world” donde se indican los países más competitivos. Es asombroso como en los países “ricos” nos hacemos pajas mentales olvidándonos de lo que nos interesa olvidar.
En el primer cuadro se muestra para los países “más felices” y para los “más productivos” que se indican en los artículos, el valor del producto interior bruto por persona (US$ PIB/per cápita), el valor del consumo de energía eléctrica en kWh también per cápita y la mortalidad infantil (hasta 5 años) por cada 1000 nacimientos. En el segundo cuadro se han elegido 4 grupos de países (algunos de la zona de Rusia, otros de América Central y del Sur, otros países de África y otros de Asia) representativos a nivel mundial.
Como se puede ver las diferencias entre los países ricos y pobres es brutal. Comentemos algunas cosas:
-Los países del cuadro 1 tienen medios para una estupenda calidad de vida y dinero para acceder a una estupenda sanidad si la misma no es pública.
-En el caso de los países del cuadro 2 el acceso y el consumo de energía eléctrica se ha producido en los últimos años (hay países pobres en los que incluso ni se tienen constancia de los consumos de energía). Los países ricos del cuadro 1 llevan muchos años con elevadas tasas de consumo de energía eléctrica.
-Sin embrago son los países pobres casi sin excepción los que disponen de los recursos naturales de los que se han beneficiado históricamente y en la actualidad los países ricos (carbón, gas, petróleo, uranio, caucho, especies, minerales, tierras raras, etc).
-Existen casos con rentas per cápita que uno no sabe cómo calificarlo; Suiza cuya renta está expuesta en el cuadro 1, Luxemburgo (US$ 114.232/per cápita) ó Mónaco (US$ 171.465/per cápita). No poseen ningún recurso, solo el dinero negro de las grandes fortunas, montones de vagos y parásitos, funcionarios y empleados con sueldos espectaculares, lobbis a montones de todo tipo, sedes de empresas significativas, organismos que se mantiene y viven muy bien a costa de la cuota de los países, etc.
-Se puede ver la indecencia que supone comparar los países anteriores con los africanos del cuadro 2 (hay muchos más). Como no va a querer la gente de éstos países emigrar. En la mayoría de las ocasiones emigran por lo suyo.
-Si se mira el grupo de los países más felices y más competitivos expuestos en el cuadro 1 son en la mayoría de las ocasiones los que están dando la vara todo el día con el tema de la “sostenibilidad” (obviamente la suya) oponiéndose a cualquier tipo de desarrollo tecnológico e industrial. Si hay que tener alguna actividad industrial que no me gusta que se haga lejos donde no me moleste (países del cuadro 2) que yo voy de progre.
-En el caso de la energía eléctrica ya he manifestado en mi blog en repetidas ocasiones que es posible mantener un cierto grado de bienestar en los países desarrollados en base a las tecnologías modernas de generación mediante carbón, gas, nuclear (mediante el mix que cada país estime) e invirtiendo en la tecnología del futuro (fusión nuclear).