Menos
rollos, según U.S. Energy Information Administration los combustibles fósiles
han contribuido con un 67% a la generación de energía eléctrica en Estados
Unidos repito el 67% siendo la
contribución del carbón de un 39% repito
también el 39%. Hablo de ese país que tienen un presidente que últimamente pasa
todo el día dando la vara con clases de ecologismo. Los porcentajes de otros
países son: Polonia 85,3%, China 75,9%,
Australia 64,5%, Alemania 47,5%, Dinamarca 41,3%, etc, etc, etc. Si
Dinamarca el país que pone como ejemplo (para lo que quiere) el asesor de un
partido político emergente en las pasadas elecciones, genera el 41,3% de su
energía eléctrica con carbón, pero curiosamente además dicho país no tiene
carbón, es decir lo importa todo.
Que
ocurre en España. Pues en España el porcentaje es de un ridículo 15% y aún así leo que la responsable de Greenpeace propone
que se cierren todas la centrales
térmicas de carbón y obviamente y por tanto todas las minas de carbón. El
argumento es el cambio climático. Así con dos narices. Que llevamos 17 años sin
incremento de temperatura les importa un pepino; que no tiene ni idea de lo que
son los modelos climáticos basados en sistemas caóticos, que coño les importa;
que las energías alternativas dependen del sol y del viento y que un país no
pude sustentarse en estas energías…….Obviamente después de las centrales con
base en carbón irán a por las de gas. Bien, pues no he leído que nadie haya
dicho nada, incluido esos que se llaman defensores del carbón, y si lo han
hecho ha sido con la boca pequeña por miedo a que les llamen fachas. Como dice
me amigo Jamín (minero jubilado de 92 años, socialista de toda la vida,
encarcelado varias veces, el hermano fusilado, un hijo muerto picando carbón en
la mina) tiene cojones (lo escribo tal como me lo dice) que ahora me llamen
facha. Así son las ideas de algunos movimientos de la iglesia del ecologismo, ideas
populistas introducidas en los programas de algunos partidos políticos de esos
que ahora tanto aclama el personal. No hablo por hablar, he tenido la paciencia
y la moral de leer dichos programas y las publicaciones de los “ideóloga/os” (mentes preclaras ellos) de
dichos partidos (y he sobrevivido).