domingo, 10 de noviembre de 2013

Alemania, tres de varios.

La gran y moderna minería alemana de lignito (a cielo abierto, método de transferencia y sistema continuo de rotopalas y cintas transportadoras) al igual que la americana (mismo método pero mediante sistema discontinuo de dragalinas y ferrocarril) se desarrolla, porque el método lo requiere, sobre una gran superficie de terreno afectado. En España al ser las explotaciones a cielo abierto por el método por corta y el sistema discontinuo, la superficie del terreno afectada es mucho menor tanto en lo que se refiere a la minería del carbón, como a la del oro, el cobre, etc. Consecuentemente los problemas de restitución y restauración de la minería a cielo abierto en nuestro país son mucho menores.
Además y como ya he comentado, en el caso alemán dichas minas están próximas y cruzadas por importantes autopistas (autopistas y no autovías) y éstas minas y la centrales termoeléctricas correspondientes están muy cerca de pueblos y ciudades importantes.A todo lo anterior se suma que son lignitos (carbones muy pobres en comparación con el español).
Sobre la minería alemana del lignito (y por supuesto subterránea de hulla y antracita) nadie dice absolutamente nada. En la UE y otros organismos, Alemania no permite tonterías y al que se mueve no sale en la foto, claro y rotundo.
Veamos algunas cifras: la superficie de terreno afectada por las 3 minas alemanas es enorme, cercana a los 9.000 Ha (la suma de la superficie de las ciudades de León y Oviedo no llegan a las 6000 Ha). La extensión de la superficie de las minas a cielo abierto en funcionamiento y proyectadas en el Norte de España alcanza valores MUY inferiores a los alemanes. Por ejemplo la superficie de la mina de oro de Belmonte ha sido de 100 Ha.
A pesar de lo comentado en España no hay más que trabas y protestas al funcionamiento y a la puesta en marcha de las explotaciones a cielo abierto.