Joan Clarke y lo que le debemos
Gracias
a ellos se salvaron muchas vidas, se aliviaron muchas penas y sufrimientos y se
ayudó a ganar la guerra. El pasado día 11 de Enero tuvo la entrega de los
premios Globos de Oro en Estados Unidos y una de las películas premiadas era
"The Imitation Game" que narra la carrera contra el tiempo de Alan
Turing y su equipo de descrifrado de códigos para “romper” el cifrado de la
máquina Enigma de la Alemania Nazi.
Además
del científico A. Turing al que ahora y muy merecidamente se rinden todos lo
honores que se le negaron en su momento por su homosexualidad (típico de las
sociedades, se les machaca en vida y se les premia despúes de muertos……cuando
se acuerdan) ocupó un lugar preeminente en el equipo de trabajo de descifrado
la matemática Joan Clarke….su talento fue suficientemente formidable como para
ganarse el respeto de algunas de las mentes más brillantes del siglo XX, a
pesar del sexismo de aquel tiempo…..Para la mayoría de la gente a
pesar de su importancia es una gran desconocida y nunca se le ha reconocido
suficientemente su importancia.
Alan
Turing y Joan Clarke eran grandes amigos y unos outsiders, ajenos al sistema. Tuvieron eso en común. De
hecho, compartían pasiones, como el ajedrez, los rompecabezas, la botánica y,
en una ocasión, tejer. Además, eran capaces de ver las cosas de manera
diferente al resto…..
Jocelyn Bell Burnell y una
injusticia
Susan
Jocelyn Bell Burnell es una astrofísica norirlandesa (1943) que descubrió la
primera radioseñal de un púlsar mientras cursaba el doctorado en Cambridge.
Aunque su nombre está reconocido y unido a ese gran hallazgo (muchos
científicos reconocen que los púlsares fueron descubiertos gracias a su tenacidad)
y a que aparece en segundo lugar en el artículo publicado en el que se
reconocía el descubrimiento el premio Nóbel se lo llevaron Hewish y Martin
Ryle. Vale, pero si alguien debía de estar como poco en segundo lugar detrás de
Hewish en los méritos para obtener el Nóbel era ella. Su exclusión levantó
protestas (que no sirvieron para nada, buenos son los del comité Nobel)
encabezadas por su gran defensor el prestigioso astrónomo Sir Fred Hoyle.