domingo, 18 de enero de 2015

Personajes menos conocidos pero fundamentales en el desarrollo de la ciencia

Joan Clarke y lo que le debemos
Gracias a ellos se salvaron muchas vidas, se aliviaron muchas penas y sufrimientos y se ayudó a ganar la guerra. El pasado día 11 de Enero tuvo la entrega de los premios Globos de Oro en Estados Unidos y una de las películas premiadas era "The Imitation Game" que narra la carrera contra el tiempo de Alan Turing y su equipo de descrifrado de códigos para “romper” el cifrado de la máquina Enigma de la Alemania Nazi.
Además del científico A. Turing al que ahora y muy merecidamente se rinden todos lo honores que se le negaron en su momento por su homosexualidad (típico de las sociedades, se les machaca en vida y se les premia despúes de muertos……cuando se acuerdan) ocupó un lugar preeminente en el equipo de trabajo de descifrado la matemática Joan Clarke….su talento fue suficientemente formidable como para ganarse el respeto de algunas de las mentes más brillantes del siglo XX, a pesar del sexismo de aquel tiempo…..Para la mayoría de la gente a pesar de su importancia es una gran desconocida y nunca se le ha reconocido suficientemente su importancia.
Alan Turing y Joan Clarke eran grandes amigos y unos outsiders, ajenos al sistema. Tuvieron eso en común. De hecho, compartían pasiones, como el ajedrez, los rompecabezas, la botánica y, en una ocasión, tejer. Además, eran capaces de ver las cosas de manera diferente al resto…..
Jocelyn Bell Burnell y una injusticia
Susan Jocelyn Bell Burnell es una astrofísica norirlandesa (1943) que descubrió la primera radioseñal de un púlsar mientras cursaba el doctorado en Cambridge. Aunque su nombre está reconocido y unido a ese gran hallazgo (muchos científicos reconocen que los púlsares fueron descubiertos gracias a su tenacidad) y a que aparece en segundo lugar en el artículo publicado en el que se reconocía el descubrimiento el premio Nóbel se lo llevaron Hewish y Martin Ryle. Vale, pero si alguien debía de estar como poco en segundo lugar detrás de Hewish en los méritos para obtener el Nóbel era ella. Su exclusión levantó protestas (que no sirvieron para nada, buenos son los del comité Nobel) encabezadas por su gran defensor el prestigioso astrónomo Sir Fred Hoyle.