A portrait of the American writer Mark Twain taken
by A. F. Bradley in New York, 1907
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He pasado toda mi vida leyendo libros, artículos y textos, siempre ó casi siempre con un papel y un lápiz
al lado para tomar notas y estudiar los temas en detalle. Por eso cuando leo
alguna novela no me gusta que tenga necesidad de descifrarla tomando notas. Acabo
de leer un estupendo libro de la
escritora Nuria Amat, recordando algo relacionado
con la locura de James Joyce y Paul Bowles.
Siempre había leído que James Joyce era un genio de la literatura y así se
refieren a el los lectores especialistas. He de decir, que cuando he intentado
acercarme a su obra maestra Ulises, me ha costado mucho, pero mucho, poder
terminarlo por coñazo. Finnegan´s Wake me parece infumable. Sin embargo, y con
esfuerzo he conseguido leer Retrato del artista adolescente y Dublineses quizás
porque tenían menos hojas que Ulises.
Rosa Montero en su libro Amor de mi vida comenta que…los autores clásicos,
esos dioses de la palabra, también escriben fragmentos infumables……no hay que
respetar los libros, hay que amarlos, hay que vivir con ellos, dentro de ellos
y pegarse con ellos si es preciso…Ya pero bastantes peleas tengo con
los temas técnicos como para que el cuerpo me pida más peleas.
Para Mark Twain decía que un clásico es algo que todo el mundo quisiera haber
leído y que nadie quiere leer. Albert Camús comentaba que los que escriben con claridad tienen lectores y los que
escriben oscuramente tienen comentaristas.
Decía Aldous Huxley:
escribir un mal libro representa tanto trabajo como
escribir uno bueno. Nace con igual sinceridad del alma del autor. De acuerdo, no me desprendo de ellos pero tampoco me impongo la necesidad de leerlos cuando
son auténticos pestiños, como ocurre en algunos casos, y habiendo infinidad de
libros estupendos.