Aprovechando
una estancia en el estado de Coahuila en el Norte de México (cerca de la
frontera con Estados Unidos, en Eagle Pass), alquilé un coche para visitar
cerca de San Antonio, un monumento en la tumba al sindicalista americano Samuel
Gompers. Deseaba leer una cita de un discurso de dicha persona, que sabía de su
existencia a través de un gran científico, Freeman Dyson, que la había
publicado en su libro El científico rebelde de la editorial Debolsillo.
La cita del
sindicalista decía así:
¿Qué queremos los trabajadores?
Queremos más escuelas y menos cárceles,
más libros y menos armas,
más aprendizaje y menos vicio,
más ocio y menos codicia,
más justicia y menos venganza,
queremos más oportunidades de cultivar lo mejor de
nuestra naturaleza.
Que
fue de aquellos sindicatos que hacían del contenido de la cita anterior uno de
los motivos fundamentales de su existencia. Sencillo, han sido secuestrados en la mayoría de las
ocasiones (al igual que los partidos políticos) por un grupo de personas donde
priman sus intereses y no los del colectivo a los que representan. Deben de
fundarse nuevos sindicatos (partidos), no, debe de dárseles una patada en culo
a esos “pájaros” que ya llevan viviendo desde hace bastante tiempo del cuento.
Los sindicatos y los partidos no son de ellos.
Nota: Oigo una declaraciones del Presidente del Congreso que dice que en éste país el que la hace la paga. Y una leche. Usted no se entera de la fiesta..... Si así fuera no estaría el personal tan cabreado y votaría como castigo hacia ustedes a partidos con programas del tipo “y yo más”.
Nota: Oigo una declaraciones del Presidente del Congreso que dice que en éste país el que la hace la paga. Y una leche. Usted no se entera de la fiesta..... Si así fuera no estaría el personal tan cabreado y votaría como castigo hacia ustedes a partidos con programas del tipo “y yo más”.