Los grandes
museos están repletos de importantes restos arqueológicos que en la mayoría de
las ocasiones han expoliado en países en donde caciquearon a gusto. Son famosos
muchos de éstos restos, pero siempre que he tenido la oportunidad de verlo en
su caja de cristal en el Museo de Historia Natural de Nueva York me ha
conmovido por su sencillez, por su historia y obviamente por mis raíces.
El denominado “hombre de cobre” es un antiguo minero aymara del año 500 d.C. encontrado
a fines del siglo XIX en el yacimiento de Chuquicamata en Chile. Es el cuerpo
momificado de un minero del cobre que en un derrumbe quedó atrapado sin oxígeno
y que consecuencia de la falta de humedad y la existencia de cobre quedó
cubierto de una película verdosa.
A ver si por
fin y de una vez la Administración Americana lo devuelve a Chile para que esté
entre los suyos.